DEBATE
La actividad que voy a realizar en esta entrada es la perteneciente al bloque 3 del curso "Prácticas educativas inclusivas para el alumnado TEA" acera de la influencia de nuestras actuaciones en la vida de nuestros alumnos y alumnas.
Para hacer mi reflexión he sacado algunas ideas de los artículos propuestos en el curso así como de otro material que he encontrado en internet.
Ciertamente y como recoge nuestra legislación, todos los alumnos tienen derecho a una enseñanza de calidad y que se ajuste a sus necesidades.
Dicho así, esta frase cumpliría el sueño de muchos, tanto profesores como familias, porque esto significaría que nuestro sistema educativo sería perfecto, no fallaría en nada. Pero lamentablemente, la falta de recursos a veces hace que nuestra actuación como docentes sea insuficiente y que no podamos cubrir todas las necesidades educativas que puedan tener nuestros alumnos.
Refiriéndome al artículo "una escuela para Juan" voy a lanzar la siguiente pregunta...
¿cuantos "Juan podemos encontrarnos en nuestras aulas? En muchas ocasiones seguro que con más de uno.
Como maestros, intentamos actuar, planificar y programar nuestras sesiones de forma personalizada y atendiendo a las necesidades de cada niño y utilizando todos los recursos que tenemos a nuestro alcance y en la mayoría de los casos la influencia que tiene el maestro en la vida del niño es muy positiva. Intentamos darles lo mejor de nosotros. También es cierto que no estamos solos, tenemos a nuestro lado al equipo de orientación del Centro y también a las familias. Aún así, podemos equivocarnos, es fácil caer en el error de sistematizar nuestro trabajo que nos olvidamos de ofrecer una enseñanza personalizada. La mayoría de las veces la falta de tiempo hace que no podamos abarcar más y en otras ocasiones, la falta de recursos.
Otras veces, tendemos a centrarnos más en aspectos educativos del curriculo tales como lengua, matemáticas, inglés... y olvidamos otros no menos importantes, como se dice en el artículo "modelos educativos para una vida de calidad", esos aspectos que permiten a nuestros alumnos adquirir habilidades que le permitan desenvolverse en la vida cotidiana, en su entorno individual, social, laboral... sobre todo si tenemos un alumno con necesidades educativas especiales. Ya lo recoge la LOMCE cuando habla de medidas inclusivas para este tipo de alumnado así como de realizar las adaptaciones curriculares pertinentes dependiendo del grado de necesidad.
El caso es que, en mi humilde opinión queda mucho trabajo por hacer en el ámbito educativo para con este tipo de alumnado. Ojalá y algún día podamos hablar de una educación realmente inclusiva y personalizada para ellos y que los profesionales contemos con el apoyo que realmente necesitamos en cada caso para llevarlo a cabo.
Para hacer mi reflexión he sacado algunas ideas de los artículos propuestos en el curso así como de otro material que he encontrado en internet.
Ciertamente y como recoge nuestra legislación, todos los alumnos tienen derecho a una enseñanza de calidad y que se ajuste a sus necesidades.
Dicho así, esta frase cumpliría el sueño de muchos, tanto profesores como familias, porque esto significaría que nuestro sistema educativo sería perfecto, no fallaría en nada. Pero lamentablemente, la falta de recursos a veces hace que nuestra actuación como docentes sea insuficiente y que no podamos cubrir todas las necesidades educativas que puedan tener nuestros alumnos.
Refiriéndome al artículo "una escuela para Juan" voy a lanzar la siguiente pregunta...
¿cuantos "Juan podemos encontrarnos en nuestras aulas? En muchas ocasiones seguro que con más de uno.
Como maestros, intentamos actuar, planificar y programar nuestras sesiones de forma personalizada y atendiendo a las necesidades de cada niño y utilizando todos los recursos que tenemos a nuestro alcance y en la mayoría de los casos la influencia que tiene el maestro en la vida del niño es muy positiva. Intentamos darles lo mejor de nosotros. También es cierto que no estamos solos, tenemos a nuestro lado al equipo de orientación del Centro y también a las familias. Aún así, podemos equivocarnos, es fácil caer en el error de sistematizar nuestro trabajo que nos olvidamos de ofrecer una enseñanza personalizada. La mayoría de las veces la falta de tiempo hace que no podamos abarcar más y en otras ocasiones, la falta de recursos.
Otras veces, tendemos a centrarnos más en aspectos educativos del curriculo tales como lengua, matemáticas, inglés... y olvidamos otros no menos importantes, como se dice en el artículo "modelos educativos para una vida de calidad", esos aspectos que permiten a nuestros alumnos adquirir habilidades que le permitan desenvolverse en la vida cotidiana, en su entorno individual, social, laboral... sobre todo si tenemos un alumno con necesidades educativas especiales. Ya lo recoge la LOMCE cuando habla de medidas inclusivas para este tipo de alumnado así como de realizar las adaptaciones curriculares pertinentes dependiendo del grado de necesidad.
El caso es que, en mi humilde opinión queda mucho trabajo por hacer en el ámbito educativo para con este tipo de alumnado. Ojalá y algún día podamos hablar de una educación realmente inclusiva y personalizada para ellos y que los profesionales contemos con el apoyo que realmente necesitamos en cada caso para llevarlo a cabo.
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